La demencia se ha convertido en un problema de salud global apremiante. Actualmente afecta a más de 50 millones de personas en todo el mundo, y las proyecciones sugieren que esta cifra podría aumentar a 130 millones en 2050. Caracterizada por una disminución progresiva de la función cognitiva, la demencia plantea desafíos importantes no solo para quienes son diagnosticados, sino también a sus cuidadores y el sistema de salud.
El impacto económico es grande: la atención de la demencia cuesta alrededor de 1 billón de dólares al año, una cifra que sigue creciendo a medida que la enfermedad se vuelve más prevalente.
Muchas familias asumen la carga del cuidado sin la capacitación formal o recursos adecuados, lo que genera una tensión emocional y financiera significativa. Para agravar el problema, la demencia a menudo coexiste con otras afecciones de salud, lo que complica el diagnóstico y la atención. Lamentablemente, los sistemas de salud de muchos países con ingresos bajos y medianos (PIBM) no están bien equipados para satisfacer estas crecientes demandas y carecen de los recursos y la infraestructura necesarios para una atención eficaz.
Abordar la demencia requiere de un enfoque integral, como lo destacan iniciativas globales como el Plan de Acción Global para la Demencia de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Este plan enfatiza la importancia de crear conciencia, mejorar el diagnóstico temprano y mejorar la atención y el apoyo a los pacientes y cuidadores. La colaboración entre los formuladores de políticas, los proveedores de atención médica y las organizaciones comunitarias es esencial para crear estrategias efectivas que aborden la demencia en múltiples frentes.
El proyecto IMPACT aborda directamente estos desafíos utilizando la demencia como indicador para fortalecer los sistemas de salud en América Latina. Mediante el desarrollo de intervenciones basadas en tecnología, como una aplicación de salud móvil para el diagnóstico y el apoyo de los trabajadores de salud comunitarios, el proyecto tiene como objetivo mejorar la detección temprana y mejorar la calidad de la atención para las personas con discapacidad y sus cuidadores. A través de una capacitación integral, la participación de los stakeholders y la investigación, el proyecto IMPACT busca crear un enfoque sostenible, integrado y centrado en la persona para la atención de la demencia, garantizando que las personas y las familias reciban el apoyo que necesitan. Al priorizar la demencia en la agenda de salud, IMPACT allana el camino para mejoras significativas en las vidas de las personas afectadas por esta compleja afección.